sábado, agosto 16, 2008

¿La sociedad en riesgo global como sociedad cosmopolita?, Ulrick Beck. Análisis texto

El riesgo que el autor determina no se encuentra de buenas a primeras en conceptos socialmente compartidos como los de naturaleza o ecología, mas bien estos representan el discurso de lo que el uso político y económico han hecho de ellos. La exacerbación del tema ecológico actúa de manera autodestructiva al impermeabilizar la relación real entre naturaleza y sociedad creando falsos elementos que justifican una cierta norma, recuerdo o utopía, según el autor. La verdad es que estas metáforas son usadas social y políticamente en reemplazo de un concepto desconocido, imposible de asir mientras la discursiva de la moda ecológica sea la plataforma del problema naturaleza-sociedad.

Las explicaciones acerca del conflicto ecológico están dadas desde diversas visiones científicas del mundo, pero estas no consideran la cosa fundamental del análisis, a decir verdad, no se puede concluir si no es considerada las relaciones culturales o diálogo global entre culturas, que permitiera establecer una “ciencia de la cultura”, que actuase como intermediaria en las veces que la ciencia convencional cayese en los límites de las respuestas entre ecología, cultura y sociedad. La respuesta a la pregunta de Beck ¿Cómo queremos vivir?

El cómo se alimenta y se reproduce está dislocación en el discurso de la sociedad del riesgo global está dado por la propagación del la teoría realista esparcida por los medios de comunicación creando opinión pública relativa a hechos reales pero filtrados por la dinámica del periodística, se muestra solo aquello que se desea mostrar otorgando espacio a la espiral del silencio, callando lo que no se debe saber en pro de lo que conviene informar. Las sociedades son espectacularmente influenciables por medio de las diversas formas mediáticas creando así una penumbra de una conciencia sedimentada, fragmenta, inducida.

La formulación de un planteamiento socio-estructuralita ha permitido, a diferencia del realismo, instalar el problema de la sociedad del riesgo global bajo una lógica mayormente efectiva, ha permitido la articulación de movimientos sociales mundializados y de la conformación política a nivel gubernamental, tales como los ministerios del medio ambiente y legislaciones específicas al respecto.

Según Beck el factor feminista estaría dado en relación de fusionar tres factores decisivos para entender a la sociedad en riesgo global, estos serían las relaciones entre naturaleza-cultura, el hombre-el animal, el hombre-la máquina, perspectiva obtenida desde Donna Haraway, es que al parecer la concepción holística que la mujer mantiene con la naturaleza le permite dar cuenta de ella desde una perspectiva de género, en donde el hombre no ha podido llegar por carecer del condicionante holístico, sería la mujer entonces, quien a modo de nexo permitiría alcanzar el entendimiento en la relaciones antagónicas antes señaladas. El nexo entre la tecnología y su profunda capacidad de modificar su entrono.

Se trasforma entonces la cuestión ecológica sometiéndola a juicio desde otras posibilidades, permitiendo someter a juicio su institucionalización bajo intereses discursivos que se pueden confrontar con las herramientas entregadas por el autor.

La concepción de la problemática global está sustentada por conflictos globales reales, tales como conflictos étnicos, nacionales y de recursos, en donde la destrucción del medio ambiente se ampara bajo discursos políticos altamente ideologizados. El aprovechamiento de los recursos naturales como único recurso económico en naciones empobrecidas, es la única fuente de ingresos para aquellos países en que azota la pobreza, entonces el medio ambiente estará mermado y socavado por la necesidad de sobrevivencia de los desposeídos.

Muchos de estos factores sociales, naturales, tecnológicos, han permitido al autor señalar dos posiciones a modos de una sub política global, el los llama desde arriba y desde abajo, desde arriba son aquellos poderes que organizan y delinean los movimientos económicos que se entrecruzan con la ecología, desde abajo son las bases sociales que tienen que recibir las consecuencias de las decisiones que vienen desde arriba. Esto, según Beck, ha permitido la aparición de una opinión pública mundial capaz de movilizarse por fuera de los paradigmas establecidos por los contratos socialmente conocidos. Grupos que de una u otra manera han intervenido indirectamente en política de facto, obligando a transnacionales y a gobiernos a modificar decisiones que alteraban el ecosistema. El autor señala claramente esta relación cuando describe que la estructura ya no es de un David venciendo a un Goliat, sino que David, mas Goliat, actuando a nivel global, sumando fuerzas en contra de una corporación global Esto ha servido para que los estados incluyan en sus programas de gobierno y en sus legislaciones el tema ecológico.

Esta transformación venida desde abajo, ha sido posible por la utilización de los medios de comunicación y su masificación como fuente de divulgación de lo político de la sociedad en riesgo global, se ha hecho uso de la tecnología para dar cuenta de un problema social que utiliza los medios para ocultar y nebulizar el mismo problema. Los medios desde abajo, que podrían contener ideologías ciertamente progresista han sabido utilizar los medios de los de arriba para difundir y propagar lo político de la sociedad en riesgo global.

Finalmente el autor fija dos normativas excepcionales para reconocer y ramificar lo estúpido de la crítica cultural y del problema ecológico, la gente no tiene más que probar la participación directa con éxito “tangible” para no volver a detenerse y, a medida que se difunde la conciencia del peligro, la sociedad de riesgo global se hace autocrítica.

Beck sienta una diferenciación en la manera en que la sociedad debe pararse para observar desde donde presenciar la realidad, no admite la posibilidad de tragarse el discurso popular del antagonismo cultura-naturaleza ni del ecologismo-cultura, avanza un paso mas allá de las corrientes realistas y constructivistas para plantar un visión englobalizante, un aprovechamiento de las tecnologías modernas de comunicación para poder utilizarlas en provecho propio y así afianzar las legitimación de un propuesta nueva, extraña pero esperanzadora, aún cree en el hombre y su naturaleza dejándole a él la responsabilidad de fundar nuevamente lo político.