lunes, noviembre 28, 2005


Domingo 27 de noviembre de 2005



Foto: Denisse Cifuentes.




ROBERTO THIEME, EX LÍDER DE PATRIA Y LIBERTAD
“Los civiles del régimen se han lavado las manos”


Sorprende que el fundador del temible grupo ultraderechista se refiera a Pinochet como “dictador” y “traidor”. Actualmente apoya a Tomás Hirsch, no por adhesión política, sino porque se siente, como él, fuera de la repartija del poder. Hoy pintor, mueblista y empresario, Thieme ajusta cuentas con esa “derecha autoritaria” que lo apoyó, lo desechó y hoy se lleva el mejor trozo de la torta.



La Nación


Claudio R. Salinas/ Hans Stange

-El año pasado, a propósito del Informe Valech, usted señaló que los civiles que colaboraron con el régimen militar debían también pedir perdón.

-Mantengo la opinión respecto de los civiles del régimen que no han pedido perdón. Todos esos señores, como Sergio Díez, Sergio Fernández, Jovino Novoa, que ocuparon cargos en la dictadura y sabían lo que pasaba, se han lavado las manos.

-¿Son los que ahora están instalados en el poder?

-Sí, pero no sólo ellos. A Jaime Guzmán se le ha hecho un lavado de imagen, a pesar de que fue el inspirador de Pinochet en lo económico y en lo político. Está el informe que envía a la Junta, donde señalaba que esto el Gobierno militar, no debía ser una “dictablanda”, sino una dictadura. De ahí vino la Caravana de la Muerte. Él fue parte del proyecto de Patria y Libertad, pero su impronta católico-franquista chocó con la perspectiva desarrollista de Pablo Rodríguez, quien era de extracción radical. Guzmán abandonó tempranamente el proyecto y con él se fue lo que Patria y Libertad tenía de derecha, y el movimiento dio un giro hacia el nacionalismo corporativista.

-¿Quiere decir que Patria y Libertad no fue un movimiento de extrema derecha?

-La derecha hizo con Patria y Libertad lo mismo que hizo con los militares: los usó y luego los desechó. Hoy, los militares son culpados por las violaciones a los derechos humanos y los civiles gremialistas neoliberales salen libres de polvo y paja. Tampoco caen los altos mandos que estuvieron vinculados a los gremialistas y a Estados Unidos.

-Pero Pablo Rodríguez es hoy el abogado de Pinochet.

-No voy a hablar de Pablo Rodríguez. Prefiero quedarme con el Pablo de juventud.

-¿Se considera un relegado de la dictadura?

-La derecha no nos quería. Tuvimos problemas con el señor Jarpa y el señor Díez. Les servimos por el hecho de tomarnos la calle. Invertí mis 20 mejores años en la política chilena y salí derrotado. Fuimos los primeros vencidos de la dictadura, pasé de héroe a villano; pero lo nuestro es un jardín de rosas en relación a lo que pagó la izquierda.

-Patria y Libertad, que era nacionalista, recibió también dinero de la CIA, como otros golpistas.

-Recibimos dinero de la CIA, pero en esa época no lo sabíamos. Creíamos que eran platas empresariales, porque se canalizaban a través de “El Mercurio” y la Sofofa. No se olviden que Orlando Sáenz fue miembro de la directiva política de Patria y Libertad.

-Y luego, muchos de Patria y Libertad fueron reclutados por los servicios de inteligencia.

-Sí, muchos de los de Patria y Libertad fueron cooptados por la DINA. Digo cooptados porque el rumbo que tomó la dictadura no tenía nada que ver con nuestro proyecto de sociedad.

-Pero Patria y Libertad fue un movimiento de choque, sin una gran línea programática, sino más bien instrumental.

-Me ofende intelectualmente que se diga que Patria y Libertad era un movimiento de choque o “el MIR de la derecha”. Teníamos un proyecto programático: neocorporativista, nacionalista, un desarrollismo cívico-militar.

-¿Cuándo comenzó su distanciamiento con el Gobierno militar?

-Mi disidencia con la dictadura comienza en abril de 1975, cuando se aplica la política de shock neoliberal, cuando se deja a un lado la declaración de principios de la Junta. Y luego, en 1976, con el asesinato de Orlando Letelier. A partir de ahí fui un profundo opositor a la dictadura. Meses después envié una carta a los altos mandos. En cierto modo, yo seguí el mismo periplo de la Iglesia Católica y la Democracia Cristiana.

-¿Y qué piensa hoy del Gobierno de la Unidad Popular?

-Con la UP me pasan cosas contradictorias. Coincidíamos en el diagnóstico sobre el subdesarrollo del país, en la opción por nacionalizar el cobre, la banca y el gran capital. En lo que discrepamos profundamente era en el manejo de la política internacional: en un contexto de guerra fría, la “vía al socialismo” de Allende significaba alinear al país con el comunismo internacional, lo que chocaba con nuestra postura nacionalista. Pero en el fondo ambos éramos profundamente anticapitalistas.

-¿Qué opinión tiene hoy de Augusto Pinochet?

-Pinochet es la expresión máxima de la traición a un movimiento cívico-militar que terminó con el régimen de Allende con el apoyo del centro y la derecha.

-¿En ese movimiento estaba inserto Patria y Libertad?

-Así es. No podemos eludir la responsabilidad política del golpe. Al menos personalmente asumo mi responsabilidad.

-¿Incluso si es llamado por los tribunales?

-Sí, también.

-¿Cuáles son sus vínculos con la familia Pinochet?

-Mire, en el año 1981 participé en un movimiento nacionalista en el sur, que tenía vínculos con Gustavo Leigh y con Tucapel Jiménez, para derrocar a Pinochet, pero Tucapel fue asesinado y el tema se acabó allí. Yo me fui en autoexilio a Miami entre 1983 y 1994. Allí me buscó Lucía Pinochet, para conversar de algunas cosas sobre esos años. Ése fue mi único vínculo con la familia del dictador.

-¿Y tampoco mantiene vínculos con la derecha?

-No con los que hoy cogobiernan junto a la Concertación a través de poderes fácticos. Y esos poderes los medios, las Fuerzas Armadas, la Iglesia, los grupos económicos y yo agregaría a Estados Unidos son los que, en verdad, gobiernan. Pregúntese usted cómo es que el 4% del PIB se los llevan las Fuerzas Armadas, y no había plata para implementar completo el Auge. Cómo es posible que un ex CNI quiera acceder a la Comandancia del Ejército. ¿Por qué Lagos no pudo remover el sistema binominal? El Presidente Lagos es inteligente, sabe que la idea de una república institucional está cooptada por estos poderes fácticos.

-Entonces, ¿cree que nada va a cambiar el modelo heredado de Pinochet?

-Al menos con Bachelet no, pues ella ya está cooptada. En Estados Unidos ya se reunió con Rockefeller, ya presentó sus credenciales. Ella no va a cambiar nada, ni a democratizar nada, ni va a poder modificar el modelo económico.

-El modelo económico es el producto de la dictadura con el que más disenso tiene, al parecer.

-Cuando se discute sobre el modelo económico se omite siempre el “documento de los quince”, un grupo de parlamentarios de la misma Concertación a los cuales les cayeron encima los poderes fácticos. Ellos demostraron que el modelo exportador está agotado, pero no hay voluntad fáctica para cambiarlo.

-¿Y hoy por quién vota?

-El camino de un Patria y Libertad puro, nacionalista y corporativista habría sido el Partido Humanista. Yo no voto, pero si lo hiciera votaría, por Hirsch, porque quiere cambiar el modelo económico, nacionalizar los recursos. De todas formas, no estoy inscrito. No voy a votar hasta que esta gente se vaya.